José Pacheco Ampuero
La indisciplina y la violencia se están apoderando de nuestras escuelas. ¿Cómo esto se manifiesta? ¿Qué raíces hay detrás de esta situación? ¿Qué podemos hacer los docentes? Le invitamos a reflexionar colectivamente para responder estas tres interrogantes. Aquí les colocamos algunas ideas para el debate.
¿CÓMO SE MANIFIESTA LA INDISCIPLINA Y LA VIOLENCIA EN NUESTRAS ESCUELAS?
Los maestros/as estamos experimentando que la indisciplina y la violencia están aumentando dentro de las aulas. Nuestros estudiantes conversan, gritan, se distraen y hacen desorden con sus compañeros, mientras hablamos. Queremos dialogar y esto se hace difícil. La violencia se expresa de múltiples formas en las escuelas, desde la sutil agresión psicológica hasta la cruel agresión física.
Los medios de comunicación nos informan con frecuencia, situaciones de violencia en las instituciones educativas. Actos de violencia que adquieren tintes dramáticos: profesores que son agredidos por sus alumnos o por los padres de éstos; directores que son desalojados por los padres a viva fuerza; crueldad en las relaciones entre los propios alumnos; acoso sexual de profesores…
Cuando se pregunta a los estudiantes ¿cuáles son los maltratos que se dan en la institución educativa y en el aula?, responden: insultar; hablar mal de los compañeros; poner motes; esconder las cosas; aplicarles la ley del hielo; ignorar al compañero, excluirlo del grupo; amenazar para meter miedo; robar objetos propiedad de los compañeros; romper cosas; pegar; acosar sexualmente; obligar a realizar actos contra la voluntad y amenazar con armas. ...
El tema de la violencia en las instituciones educativas, desde las aulas, debería ser una de las prioridades en la preocupación del estado, las familias y de los docentes. En nuestro país existen problemas de violencia escolar. Se manifiestan frecuentemente, son una realidad cotidiana en nuestras aulas, mostrándose de manera recurrente. Otros son los problemas de disciplina y convivencia, que llegan a angustiar al profesorado, especialmente en Educación Secundaria.
¿CUÁLES SON LOS FACTORES QUE ORIGINAN LA VIOLENCIA EN LAS AULAS?
La indisciplina y la violencia en nuestras escuelas tienen múltiples raíces. Señalemos algunas:
q La crisis estructural del sistema que genera una violencia estructural.- La democracia representativa esta haciendo agua por doquier, sus instituciones en crisis, la ingobernabilidad, la falta de representatividad del estado. Los pueblos del Perú profundo no se sienten representados por este estado criollo. Los continuos conflictos sociales y la forma autoritaria, violenta como el gobierno pretende acallarlos.
El sistema es una fábrica de pobres y excluidos, marginados del “desarrollo humano”. Imprime políticas y modelos de desarrollo contrapuestos a los intereses del pueblo y muchas veces violadores de los derechos humanos, originando consecuencias como los altos índices de prostitución juvenil, las pandillas, los llamados pirañitas y muchas otras formas en que se expresa la exclusión social, teniendo incidencia en las Instituciones Educativas, ya que estas no son islas, sino parte del contexto y como tal, sintetizan en su comunidad las manifestaciones y contradicciones económicas, sociales y culturales existentes.
La pobreza y extrema pobreza, la vida familiar de baja calidad con problemas económicos y sociales, son ingredientes explosivos para el estrés, la frustración y la inestabilidad familiar, problemas relacionados directamente con conductas agresivas en adolescentes.
q Situación de las familias.- Los padres influyen en el desarrollo emocional de los hijos. Cómo está conformada y cómo se establece la relación padres-hijos es un punto crítico que influye en el desarrollo personal.
Los tipos de padres indulgentes, establecen una baja comunicación con sus hijos, tienen baja exigencia de madurez, no establecen grados de control y muestran un desinterés por la relación afectiva, la considera implícita; tienen influencia en el desarrollo de rasgos de agresividad como por ejemplo, tratar de imponerse por la fuerza.
La permisividad y tolerancia hacia la conducta agresiva del niño, sin establecer límites claros que controlen esa conducta agresiva con hermanos, iguales, y adultos, contribuye a que aumente el nivel inicial de conducta agresiva del hijo.
El uso de métodos de disciplina autoritarios y de ostentación de poder –tales como el castigo físico y las explosiones emocionales negativas- pueden estimular la conducta agresiva en los hijos. Los padres autoritarios, que para ejercer control, recurren al castigo físico, al insulto, los gritos, respondiendo a veces más al desfogue del estado emocional en que se encuentra que a la necesidad de corregir alguna inconducta. Desfoga violentamente sus frustraciones en el castigo al hijo. Investigaciones realizadas, nos muestran que los niños que han sido criados con castigo físicos, son más agresivos que aquellos en cuya crianza ha estado presente los métodos persuasivos.
CEDRO define el maltrato como “toda acción u omisión llevada a cabo intencionalmente por personas y/o instituciones o por la sociedad en general que afecten la integridad física o mental del niño, privando de sus derechos, dificultando o impidiendo su desarrollo integral” (Manual para la implementación de un programa de prevención e intervención del maltrato infantil. 1994 Lima: Tetis Graf).
q Los medios de comunicación.- Ellos ejercen una influencia directa sobre la conducta de niños y adolescentes. Especialistas en mercadeo sostienen que la población consume preferentemente lo que se propagandiza por la TV, y esta, vende entre otras, las conductas violentas al por mayor, incluidos los espacios para niños.
Los efectos negativos de la influencia de los medios de comunicación de masas en la conducta violenta tienen fuerte influencia y se manifiesta a través de la imitación de conductas violentas; aumento de la violencia autodirigida; mayor temor y desconfianza; indiferencia y frialdad ante el dolor ajeno.
Puede disminuir esta influencia si es que los padres ayudan a regular adecuadamente los espacios televisivos y desarrolla a partir de la orientación actitudes críticas ante las películas, series y noticieros con planteamientos exagerados.
q Las Instituciones Educativas.- La convivencia en una institución educativa es un problema complejo, por cuanto está constituido por un conjunto de intereses y situaciones que a veces no se complementan o confluyen adecuadamente, generando contradicciones secundarias entre sí; que al no saber tratarlas adecuadamente deterioran el clima escolar surgiendo contextos institucionales de violencia. Lo que no quiere decir, que hay que evitar las contradicciones, sino que hay que darles un tratamiento adecuado a través del diálogo, la tolerancia y el respeto a la diversidad.
El director es la pieza principal en una institución educativa. De su actitud, capacidades y habilidades para gestionar, va a depender en gran forma la marcha y calidad de la institución, la conformación del colectivo pedagógico y que la institución educativa sirva como elemento de desarrollo profesional del docente. Pero cuando nos encontramos con directores autoritarios, con baja calidad de gestión, en casos impuestos por razones políticas, no permiten un clima institucional de mejoramiento de la calidad educativa y genera la constitución de grupos a nivel de profesores, estudiantes y padres de familia que se enfrentan entre sí generando un clima adverso para el quehacer educacional.
“La escuela es una institución violenta, esencialmente agresiva, más allá de las intenciones del educador. Le dice a una mayoría de niños, indirecta pero claramente, que es bruto, ignorante, torpe, incapaz, que no vale lo que tendría que valer y que esto se relaciona con que es pobre, cholo o negro o se asocia con algún otro rasgo ligado a su identidad personal. Y que por tanto su rol es un rol segundo, de gobernado, de sumisión” (Constantino Carvallo «Criando cuervos: escuela y violencia», en: Cuestión de Estado. N. 32, IDS. 2003).
La institución educativa es el espacio donde las relaciones entre iguales se manifiesta con fuerte intensidad. El contexto de la institución educativa tiene sus propias posibilidades y potencialidad ya que en su interior se dan un conjunto de relaciones sociales entre iguales, que conforman núcleos de sociedad infantil y juvenil y que con el tiempo marca también los rasgos del auto concepto, la autoestima, relaciones de amistad, determinadas habilidades y usos sociales, experiencia para resolver problemas entre coetáneos. Las relaciones o interacciones pueden ser también desarrolladas negativamente, generando impulsividad, dificultades en el aprendizaje, desadaptación a la vida académica, descontrol de sus emociones; soslayo o negación a sus raíces sociales y culturales. Elementos que pueden dificultar la integración del estudiante al grupo o su adaptación al mismo.
q El profesorado.- Actualmente el magisterio está maltratado por el sistema y por el gobierno de turno. Los docentes están golpeados en su autoestima con epítetos como: maestro holgazán; comechados; quieren ganar más y miren lo que hacen… Todo esto ha alimentado la rabia de los docentes contra el gobierno. Pero, no las tiene todas consigo, sabe que aún su trabajo es tradicional, que ha integrado las dinámicas de la educación activa y del constructivismo para mejorar el memorismo y la educación bancaria, pero nada más. En muchos casos impartiendo formas autoritarias, maltratando a los estudiantes. Usualmente haciendo comparaciones entre los estudiantes; gritando constantemente para que se porten bien y ser escuchado; amenazando con las evaluaciones; expulsando del aula por indisciplina…
Las reacciones de los docentes tienen que ver con su forma de entender el ejercicio docente. Son formas de imponer su autoridad. No impulsa el desarrollo de la libertad, la autonomía, la perseverancia y la toma de decisiones. En los estudiantes, se va desarrollando la idea de que la escuela, el colegio, sirve para encontrarse con sus amistades, pero que es un espacio donde casi todo es prohibido. Estas conductas favorecen y promueven la violencia.
Un tema importante es la autoestima del profesor como persona y por la interactividad con los estudiantes en el proceso enseñanza aprendizaje, la formación y desarrollo integral de los mismos. La confianza de incidir en los aprendizajes de manera eficaz, es decir creer que se es competente en la resolución de los problemas y en la capacidad de influenciar en los resultados de la acción educativa favorablemente. Un profesor con elevada autoestima fomenta un clima de trabajo educativo favorable, no discrimina a los estudiantes, estimula la autonomía, influirá en la confianza y seguridad.
q Factores personales.- Algunos rasgos personales de los estudiantes (consecuencia de la violencia en la familia, el barrio, la escuela, los medios, en la sociedad en su conjunto) generan la impulsividad; el ser muy impulsivo, que establece una dificultad en el autodominio, en el control de la agresividad, y la pérdida de la capacidad de reflexión en la interacción con otros estudiantes.
Aquellos que tienen un bajo nivel en el dominio de habilidades básicas escolares tienen mayores probabilidades de sufrir violencia. Los estudiantes ya marginados por su bajo rendimiento escolar, tienenn el peligro de que recaiga una mayor violencia hacia ellos, a través de la exclusión.
La adaptación escolar es otro elemento relacionado con la conducta violenta. Se ha ubicado una estrecha relación entre la falta de adaptación a la vida de la institución educativa con las bajas calificaciones; repetición de cursos; las conductas agresiva; las expulsiones del aula o de la institución educativa; el pobre desempeño escolar, portar armas blancas de preferencia y la delincuencia.
¿QUE PODEMOS Y DEBEMOS HACER LOS DOCENTES?
He señalado algunas ideas como base para el desarrollo de un debate que será uno más en la búsqueda de explicaciones y correcciones en el problema de la violencia en las aulas. Y somos un país que ha sufrido una guerra interna. Más de sesenta mil muertos y desaparecidos. Irrecuperables. Son claro testimonio de lo que es capaz el ser humano cuando se cierran las puertas del diálogo y las políticas de justicia social, libertad, soberanía.
En ese marco, cómo asumimos las lecciones de esa guerra interna, cómo atacar la raíz y no sólo las consecuencias de ese accionar. Y con nuestros niños, cómo aprendemos una cultura de paz, cómo en nuestras instituciones educativas desde las aulas, desarrollamos prácticas democráticas e inclusivas. Cómo aportamos para que desde el aula vayan desterrándose las manifestaciones de violencia. Cómo realizamos esto en las aulas cuando en el contexto social los estudiantes ven que los conflictos pretenden superarse a balazos, con gas lacrimógeno y a golpes. Que desde el estado se imprime esta violencia contra el pueblo.
Podemos decir que la superación de esas situaciones en el campo de la educación sólo será posible si fusionamos el esfuerzo de la sociedad, las familias, los medios de comunicación, las instituciones educativas asumimos el gran desafío de lo que hoy significa educar para convivir.
El diálogo está abierto. Busquemos la reflexión conjunta y las salidas colectivas.