Martha López de Castilla D.
Mediante DS 007-2007-ED se ha creado el Programa Nacional de Formación y Capacitación Permanente 2007-2011, denominado “Mejores maestros, mejores alumnos”. Detrás de esta denominación, subyace la concepción de que el maestro es el único responsable de los problemas de la educación y del bajo nivel de aprendizaje de los estudiantes. Esto se expresa abiertamente en la presentación del Programa: “El presente Programa se ejecutará con la finalidad de desarrollar en los profesores capacidades personales, pedagógicas y socio comunitarias, que redundarán en la mejora de su desempeño profesional y por ende en la calidad de los aprendizajes de sus estudiantes, transformando las instituciones educativas públicas”1 (subrayado nuestro).En los predios oficiales y en los medios de comunicación se habla de “capacitar” a los maestros. ¿Es que están “incapacitados”? ¿Acaso no han estudiado en una institución de educación superior durante 5 años? Nosotros preferimos hablar de actualización y perfeccionamiento, que son las formas mediante las cuales se desarrolla la formación permanente. Pero en este documento hablaremos de capacitación al referirnos a las acciones desarrolladas por el Ministerio, de acuerdo a la denominación oficial.leer informe completo.pdf
Comentarios a: rlaguna@ipp-peru.com
Señores IPP
ResponderEliminarGracias por haberme enviado el balance acerca de la “capacitación docente”. Voy a responder en parte a sus interrogantes, sin pretender hacer un análisis detallado de cada uno.
Considero que el ministerio de educación está implementando un sistema de formación docente continuo o en servicio (Centros Amautas) que debe estar a cargo de la organización de todo tipo de eventos de formación y capacitación de forma descentralizada en las regiones.
Cada profesor de forma individual así como el conjunto de profesores deben formar una comunidad de aprendizaje que los acompaña toda la vida profesional.
Estoy de acuerdo con el término “capacitación” por referirse a aspectos muy puntuales, y que reviste características de flexibilidad y adecuación permanente a la realidad, a los intereses y necesidades de docentes e instituciones educativas. La lógica de la capacitación considera la época actual que forma sujetos para el mundo cambiante, para la inseguridad. La habilitación profesional ya no se concibe solo al inicio de la carrera, sino que se va “autotransformando” o “modulando” a medida que el sujeto y las instituciones atraviesan diferentes experiencias de formación continua.
Mientras que el término de “formación” apunta a un “molde” preestablecido, igual para todos, con características invariables y válidas para todos, sin considerar la diversidad local, regional, institucional y los docentes de acuerdo a la especialidad que enseñan.
En vez de la famosa “evaluación censal”, que considero un desacierto, se hubiese hecho un trabajo de diagnóstico en las instituciones educativas acerca de las necesidades de capacitación que requieren, considerando sus proyectos institucionales y la realidad de sus docentes.
En vez de armar un programa de formación en servicio de un año (determinado desde arriba de forma improvisada), se deben ofrecer diferentes capacitaciones de forma descentralizada en las regiones en las localidades, para que las instituciones de acuerdo a las necesidades de su personal y de acuerdo al desarrollo institucional tengan acceso a las capacitaciones que requieren.
Para las capacitaciones de distinta índole no sólo se deben contratar los servicios de las universidades sino de acuerdo a su misión, diferentes entidades como: Universidades, institutos de formación docente, Organizaciones no Gubernamentales etc. Pueden ofrecer capacitaciones y especializaciones, pero todas ellas deben ser acreditadas no por el ministerio de educación sino por una entidad independiente que acredita su calidad de servicio y les dé la autorización de ofrecer las capacidades en las cuales tienen experiencia, por ejemplo el IPEDHEP, podría capacitar en todo lo referente a derechos humanos, democracias, etc, mientras que una ONG que trabajan con el medio ambiente lo que le corresponde, las instituciones tecnológicas en las especializaciones que ofrecen y donde tienen experiencia pedagógica, las universidades en especializaciones. O se puede dar el caso que una institución educativa entra en el programa de educación inclusiva, o intercultural y su personal requiere en este año una capacitación en educación inclusiva, o educación intercultural y así sucesivamente.
No creo que el programa de capacitación actual tenga resultados positivos: por haber sido impuesto desde arriba, improvisado, por no responder a las necesidades reales de los docentes e instituciones educativas, por no considerar la regionalización, la descentralización etc.
Espero haber aportado algo a las reflexiones que Usted promueve y felicito la iniciativa.
Cordialmente
Margaretha Rolfes de Franco
ISP “Paulo Freire” Comas